miércoles, 12 de agosto de 2015

38. DE CENICERO A FUENMAYOR. 28k, 190+



Cuarta salida con el club de los jubis haciendo yo de guía y aprovechando mi conocimiento de la zona (v. mis recientes salidas de junio 2015), con un bonito inicio o aperitivo dando una vuelta a la vieja huerta de Cenicero (y digo vieja porque la mitad está ya plantada de viña, ayyy!!!).

Primer consejo: Justo al empezar y pasar por debajo de las vías del tren, coger el camino del viejo regadío, es decir, el primero que sale a la izquierda. Nosotros cogimos el segundo que... acaba en una viña. Lo arreglamos porque si retrocedes un poco puedes subir al camino de arriba. Pero mejor haber tomado el de arriba desde el principio.


El momento más bonito de este paseo está pasado el km 4 cuando el camino va pegadito al Ebro. Vi con alegría que han hecho un embarcadero y que hasta alquilan barquichuelas a pedales. Animo y a ver si ponen también de remos.


Otro momento muy fotogénico es cuando coges un poco de altura sobre el Ebro y se ve la curva con la explanada de Buicio al fondo (km 9,5). Paramos y dimos vuelta a las bicis para posar.

Una vez en Buicio y a la vista de la cuesta que sube a Fuenmayor les pregunté a mis colegas si se animaban a subirla y como Merche, que en esto de las cuestas es la que más flojea, dijo todo ilusionada que sí, hasta Fuenmayor llegamos, y... en el Bar Las Parras un buen almuerzo nos tomamos. Por cierto, excelente música heavy hispana tenía el dueño para alegrarnos la mañana (por si no era ya suficientemente alegre).


Tras el almuerzo dimos una pequeña vuelta por Fuenmayor para enseñarle a Mercedes la casa donde vivieron nuestros abuelos paternos y donde nacieron la tía María y los tíos Pablo y Antonio. Foto:


En el regreso fuimos a echar un vistazo (km 19) a la central eléctrica que se ve desde el tren, pero el lugar no tiene nada especial. Lo que sí estuvo genial en el regreso a Cenicero es que 1) fuimos con viento de popa (solanazo) y 2) como llevábamos tiempo y tiempo esperando que pasara un tren por la vía que va todo el rato al lado del camino, al final hubo suerte y ¡ffiiiiii! pasó uno a toda velocidad. Casi no me da tiempo a frenar y sacar la cámara.


Poco antes de llegar a Cenicero descubrimos unas zarzas de moras estupendísimas. Parece que este año vienen bastante adelantadas.


En mi anterior recorrido por este camino decía que la llegada a la estación de tren de Cenicero es otro momento bonito porque parece que las vías se abren para ti. Entonces no hice foto pero esta vez no fallé:


Las últimas dos fotos de este reportaje nos las hizo Merche mientras cargábamos las bicis. Cada cual en su coche y a su manera.



Como dice el track, 28,2  kilometritos y 190+ acumulados en 2 horas y cuarto. Otro éxito!!! Ah! y falta lo mejor: que Teresilla nos animó dos veces desde Alemania a través del Endomondo (a las 10:04 y a las 10:41):

Don't give up! Come on everybody! Cheers from Germany! 

No pain, no gain! Come on, you can do it!

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